lunes, 20 de abril de 2009

El inevitable camino hacia la recesión

He de comenzar manifestando mi ignorancia al respecto del comportamiento de los mercados bursátiles, aduciendo como argumento mis grandes meteduras de pata a la hora de comprar y vender acciones cuando me atrevo a ello. De la Bolsa sé más bien poco: solo que a veces sube y a veces baja…pero no necesariamente en ese orden.
Advierto sobre mi falta de conocimientos bursátiles porque voy a comenzar mi comentario haciendo referencia al “calentón” que algunos han experimentado con la subida de la Bolsa española estas últimas semanas (desde que me decidí a “salir” de ella…más o menos, en otro alarde de visión para mi colección). Cierto es que la Bolsa va por delante de la economía…pero una de dos: o va muy, muy, muy por delante…o algo no cuadra. Los que creen ver en la subida de la Bolsa española el final de la crisis a medio plazo (que la Bolsa comienza a intuir la recuperación) creo que son demasiado optimistas. Yo más bien veo una recuperación momentánea fruto de la retirada de los fondos bajistas de valores que ponderan mucho en el Ibex (como la banca..) que intuyo será el preámbulo…de una nueva y más espectacular caída.
Como de costumbre, algunos pensarán que soy demasiado catastrofista…pero lo hago para equilibrar el desaforado optimismo que aflora cuando alguien quiere agarrarse a una noticia positiva…aunque sean algo tan simple (y virtual) como una subida del Ibex, ignorando las otras nueve noticias negativas.

La economía española no va a mejor; y lo que es peor, nada parece indicar que las cosas vayan a mejorar…sino todo lo contrario. Las cifras que se publican son cada vez más inauditas pero lo más preocupante es el efecto que se está generando entorno a ellas; al igual que sucede cuando una persona abusa de los antibióticos, el sobreconsumo cotidiano de cifras negativas hace que la gente se esté haciendo inmune a ellas: cualquiera de los datos que han aparecido en las últimas semanas hubiera hecho temblar a la gente hace un par de años. ¡Solo uno de ellos habría bastado! Y hoy asistimos impasibles a una cascada de cifras negativas inauditas: más de cuatro millones de parados, caídas de las ventas de vehículos del 50%, caída de los créditos hipotecarios en un 40%, caída de la producción industrial en un 25%, de las exportaciones, de la afiliación a la seguridad social, de los precios, intervención de cajas de ahorros….

Hace unos meses algunos optimistas situaban la recuperación en el segundo trimestre de 2009; otros en el segundo semestre. Hoy cada vez quedan menos ilusos que esperan una recuperación a lo largo del año. Visto el panorama me atrevo a pronosticar que 2009 será un año horrible y que 2010 será peor año aún; año en el que superaremos en España el 20% de paro (cinco millones de personas sin empleo). Son muchos los que tras unos años de bonanza están preparados para afrontar una crisis violenta pero corta…como la que se esperaba; pero serán pocos los que puedan afrontar una crisis larga…como la que realmente nos espera.

Es duro reconocerlo, pero las cuotas de bienestar que hemos alcanzado tras muchos y duros años de trabajo..se fugan por desagüe…sin que nadie sepa qué hacer para evitarlo. Las medidas que están tomando nuestro gobernantes están llevando el déficit público a cotas insospechadas hace tan solo unos meses. La caída en la recaudación fiscal por un lado y el aumento de la factura por las prestaciones de desempleo (que algunos quieren prolongar y que terminaría por estrangular al Estado) nos van a generan un déficit más cerca del 10% que del 5%. Una factura que tardaremos años (¿una generación?) en pagar. La merma de los servicios que proporciona el estado de bienestar será considerable: la sanidad, la educación, las pensiones….

Mientras tanto la banca está jugando con fuego…sentada sobre un bidón de gasolina. Como la quiebra de los grandes promotores triplicaría su actual índice de morosidad….se están quedando con sus pisos, apartamentos, adosados…. Por un lado, que nos ofrecen a los clientes por otro con rebajas de hasta el 50% sobre la tasación original (en base a la cual concedieron los créditos en su día). Esa presión sobre los precios que están generando los bancos está generando un efecto perverso en el mercado: el promotor “bueno” (el que sigue pagando sus créditos al banco religiosamente) no vende un solo piso (los pocos que se venden…lo venden los bancos…que son los que ponen el crédito para sus clientes seleccionados). Poco a poco los promotores “buenos” no podrán cumplir con sus compromisos con la banca…y éstas se convertirán en inmobiliarias. Antes de que termine la Liga de fútbol (por cierto….Liga BBVA) en lugar de regalar cheques a los afortunados que meten un gol desde el centro del campo…se les regalará un adosado en Murcia o una nave industrial en Guadalajara.

Y lo peor de todo es que se han puesto miles de millones de euros de las arcas del Estado (es decir, de nuestros impuestos) para intentar salvar la economía…y nada parece indicar que la sangría se esté deteniendo. Cierto es que de momento no han quebrado muchos más bancos, pero el virus aún no ha sido erradicado. Mientras no se sepa a ciencia cierta el volumen de activos tóxicos que circulan por el mundo, el principio del fin del problema no aparecerá. Los bancos seguirán sin prestar, los ciudadanos sin comprar y las empresas…sin fabricar. Recesión habemus.

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