- Una bancarrota de las Big Three no afectaría sólo a los 355.000 norteamericanos empleados directamente por ellas, sino a los proveedores. Uno de cada diez trabajadores en el país está empleado en servicios relacionados con el automóvil (13 millones de personas).
- En 2007 la industria automovilística hizo pedidos por valor de 156.000 millones de dólares, siendo el primer cliente de acero, plástico, cobre, aluminio, electrónica, etc. del país, con una contribución del 4% del PIB.
- Tres millones de empleos se perderían el primer año, a los que sumar otros dos millones y medio en los dos años siguientes.
- El coste para las administraciones locales, estatales y federal sería de 156.400 millones de dólares (121.000 M €) en tres años por impuestos no recaudados, prestaciones de paro y asistencia social y sanitaria.
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